Diego González es vecino de la pequeña aldea de Xallas (de ahí su nombre de «guerra» en Instagram @diejoxallas), a solo 15 kilómetros de Finisterre (el fin de la tierra) donde acaba el Camino de Santiago. Diego lleva recorridos miles de kilómetros a lo largo de los muchos caminos que conducen, desde diferentes países de Europa, a Santiago de Compostela (Galicia, España), donde millones de peregrinos, creyentes y no creyentes, visitan cada año los restos del santo Apóstol Santiago, uno de los doce discípulos de Jesús, quien recibió el mandato de predicar el Evangelio en España.
Diego ya conocía alguno de los caminos, pero en 2011 sucedió algo que le convertiría para siempre en peregrino. Hizo una promesa, de la que nos habla en este vídeo.
Por momentos, Diego perdió la fe. Pero, poco a poco, va descubriendo otra vez a Dios: en la naturaleza, en la soledad, en su propio sufrimiento, la recompensa de las llegadas, y también en las muchas culturas y personas conocidas durante el trayecto.
En esos recorridos, se da cuenta de lo efímero de esta vida, de lo incomprensible que es tanto materialismo y tanta agresividad que se viven en el mundo hoy, de que la trascendencia está en otras cosas.
Hace dos años a Diego le diagnosticaron una doble cardiopatía. En cierto modo lo considera «un regalo», porque «ahora tengo todo el tiempo del mundo para seguir caminando«, mientras siga teniendo fuerzas.
Diego ha hecho una parada especial para poder asistir el 1 de mayo en Cee a la Coronación Canónica de la Virxe da Xunqueira (Virgen de la Junquera) patrona de la villa de Cee, a la que Diego profesa gran devoción. Y, de paso, aprovecha para devolver algo del cariño que viene recibiendo de sus vecinos de Xallas y la Unidad Pastoral de Cee.
Después de ese gran evento, este peregrino impenitente, volverá «a los caminos de Santiago».
Fuente: www.matermundi.tv
Comments