En la Pascua, resuena de nuevo cada semana la Voz del Señor resucitado. Hoy es IV Domingo de Pascua, también conocido como Domingo del Buen Pastor, ya que el Evangelio que se lee en las Misas de esta jornada, está tomado de San Juan. Aquí el Señor se presenta como el Buen Pastor que ha venido a dar la vida por las ovejas para que tengan pastos en abundancia, a diferencia de los asalariados que huyen cuando ven venir al lobo.
En el Antiguo Testamento muchos de los Patriarcas y Profetas eran pastores. Abraham fue llamado por Yavé para que saliese con sus hijos y ganados de la tierra de Ur de los caldeos. Moisés también pastoreaba el rebaño de sus suegro Jetró en la tierra de Madián cuando el Señor le llama a través de la zarza ardiendo para que libere a sus Pueblo. Lo mismo pasa con David cuando es ungido rey de Israel. Es buscado entre el ganado porque les pastoreaba en ese momento.
También muchos de los profetas se dedican a esto. Cuando a Amos le llama el Cielo, él respoe al Señor que sólo e sun pastor y cultivador de higos. Jesús recoge todo esto y como el Salvador de llos hombres se presenta como Buen Pastor. A semejanza de los pastores mundanos, cuando él llama a las ovejas, lo hace con el nombre de cada una porque las conoce y ellas siguen su Voz, algo que no harán con los extraños porque huirán de ellos, ya que son salteadores y malvados.
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