Este martes 26 de Diciembre se va ordenar como diácono permanente D. Ignacio J. Delgado Izarra. La celebración tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. das Areas de Fisterra a las 17:00h y será presidida por el Arzobispo de Santiago de Compostela, D Francisco José Prieto Fernández. La ordenación coincide con el día de la festividad de San Esteban el primer mártir cristiano que precisamente era diacono.
Los diáconos son hombres que juegan un importante papel en la Iglesia Católica de nuestros días. El término diácono etimológicamente proviene de la palabra griega “διακονία”, “diaconía”, que significa servicio. Es decir, que el diácono, una vez que es ordenado, su principal labor es estar al servicio de la Iglesia, en concreto al servicio de los otros dos grados del sacramento del orden sacerdotal: el orden episcopal (los Obispos) y el orden del presbiterado (los sacerdotes o prebísteros).
En esta labor de servicio las actividades que pueden asumir los diáconos son muy diversas desde trabajos administrativos y organizacionales parroquiales hasta cubrir necesidades puramente eclesiales.
La ordenación de los diáconos, es un acto sacramental que lleva a cabo el Obispo. Durante el Ritual de la ordenación diaconal muchos son los gestos que se llevan a cabo: la elección de los candidatos, las promesas del elegido al diaconado. Entre ellos, uno de los de mayor simbolismo es la imposición de manos, con la oración consecratoria.
Existen dos tipos de diáconos los transitorios cuyo objetivo es alcanzar el orden del presbiterado, es decir, llegar a ser sacerdotes y los permanentes que son todos aquellos hombres que no tienen como objetivo inmediato la ordenación sacerdotal.
Los diáconos transitorios durante su ordenación realizan la Promesa de Celibato, Profesión de Fe y Juramento de Fidelidad.
Por otra parte un diácono permanente es un hombre comprometido con la comunidad y con la Santa Iglesia Católica, misericordioso y respetuoso pudiendo estar casado o soltero pero si el diácono permanente quedase viudo no podrá volver a contraer matrimonio y solo podrá aspirar a ser ordenado como presbítero.
La vestimenta litúrgica de los diáconos sigue el mismo criterio de color que el sacerdote dentro de las celebraciones y llevará la estola y la dalmática diaconal.
La estola diaconal se lleva sobre el hombro izquierdo exclusivamente; el hombro derecho queda libre como símbolo de su entrega al servicio de los demás. Es decir, mientras los sacerdotes y obispos visten la estola al cuello, los diáconos visten la estola diaconal sobre el hombro de izquierdo cruzada sobre el pecho hasta el lado derecho de la cadera.
La dalmática diaconal son túnicas con mangas anchas que suelen ser utilizada sobre un alba durante las celebraciones litúrgicas. La confección de las dalmáticas con un corte recto en el fondo al estilo de una túnica talar y las mangas anchas son los principales rasgos que las diferencian de las casullas que visten sacerdotes y obispos. Las casullas litúrgicas tienen formas redondeadas en el fondo de la prenda y no tienen mangas.
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